Tú ordenas todo en un Ínfimo suspiro.
Luego siguen tus miradas milagrosas, un pequeño golpe de adrenalina y el pasar de los años, como cual zorzal por los aires.
Tantos años he de estibar, y ya estoy batallando a la nostalgia, no tengo fuerzas, ¿De dónde las saco? Sólo pienso en los años que te hice perder y en nuestro gran esfuerzo por imitar al ave fénix ¡Volar y ser libre de mis problemas!, desencadenarte de este pobre espíritu y volverte en el brillo que irradias sin mesura ¿Por qué yo siempre opaqué tus destellos?
Ojalá te hubiera aprovechado mujer, si hubiera aceptado nuevas ideas, si me hubiera llenado de nuevos aires... Haber sido lo que te mereces. ¡Oh mujer, es tan recio el pesar! Me abruma, quise y no pude cambiar. Ahora que ya no estás conmigo años de pena a paso firme llegarán,
Discúlpame, Discúlpame, Discúlpame.
Autor: Anónimo.
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